martes, 18 de febrero de 2014

ARABIA SAUDITA: Cae un tabú. Primera mujer directora de un diario.

Por Clara Restrepo
Recibimos con alegría la noticia del Corriere della Sera del día de hoy, 18 de febrero de 2014, en la que nos anuncian que una mujer se convierte en la primera directora de un diario en Arabia Saudita. Esta es la recopilación de la noticia que queríamos compartir en la Red.
Somayya Jabarti dice: “Una brecha se ha abierto, esperemos que se convierta en una puerta”. Ella es la primera periodista que se convierte en directora de un diario en Arabia Saudita, la Saudi Gazzette uno de los principales diarios publicados en Inglés en el país del Golfo que se edita desde 1976 y tiene un tiraje de 50 mil copias diarias.
Somayya ha sido elegida por el anterior director con quien trabajaba ya desde antes en otro periódico saudí editado en inglés. El director saliente dice que no ha sido por una cuestión de género sino por un mérito obtenido por su colega.
“El rol de una mujer será determinante y tendrá repercusiones sobre todas las mujeres sauditas” ha dicho Somayya Jabarti, hablando de su designación como directora sin precedentes en la historia del país. Añade que no será completo hasta que no se vean otras periodistas sauditas asumir altos cargos en los medios de comunicación. Jabarti comenta que en redacción son solo tres hombres, no por el hecho de que se elijan mujeres, sino porque son las mujeres las más interesadas en ser verdaderamente periodistas.
En Twitter aparecieron las primeras felicitaciones para la nueva directora, tales como esta, de una estudiante de periodismo: “No puedo conducir, pero Somayya Jabarti es la primera mujer que dirige un periódico”.
Para muchas jóvenes sauditas este es el inicio de un futuro de libertad, dado que en Arabia Saudita permanece en vigor una severa aplicación de la ley islámica que impone fuertes limitaciones a las mujeres y las obliga entre otras cosas a tener la autorización de un tutor masculino para viajar, trabajar, estudiar o casarse.

Desde nuestra corresponsalía felicitamos a Somayya Jabarti y auguramos un futuro de cambio y libertad para las futuras promesas femeninas en el país saudí.

sábado, 15 de febrero de 2014

Pederastia en la Iglesia


La pederastia es un azote hoy día en la sociedad humana. Parece que hasta aquí no ha llegado nuestra "evolución intelectual y tecnológica". En nuestros días los escándalos al respecto afloran desde el seno de la Iglesia Católica; Afloran, pero los hubo siempre. Hoy en día que las instituciones de la sociedad han perdido su "vulnerabilidad", nos enteramos de ello.

En las enseñanzas de Jesús, en las que se asienta la Iglesia -o mejor dicho- se debería asentar, nunca se habló del celibato como status para sus apóstoles, fue una imposición posterior. Aquellos "polvos" han traído estos lodos, como dice el dicho popular.
Se protegen entre ellos, les protegen desde la curia… Se comportan como la mafia, tal vez por ello su Sede está en Italia.
Papa Francisco: Limpie su Iglesia de esas mentes enfermas que utilizan su sexualidad reprimida sobre los más débiles, haciendo uso de su poder. Lo tienen todo: alevosía, premeditación, y abuso de fuerza. ¡Qué joyas!
La historia le ha colocado a Usted en un momento definitivo para la supervivencia de una religiosidad. Si no lo hace usted a tiempo, para muchos la filosofía cristiana dejara de ser "la cosa nostra" y pasará a ser la "cosa vostra", y se quedarán usted solitos, aunque tal vez esto sea lo mejor que pueda pasar, de este modo los fieles no estarán sujetos a falsas interpretaciones de un mensaje que ustedes han tergiversado en aras de un poder que ha sido y es de los más corruptos que han existido sobre la faz de la tierra.

Mateo: 18.6. Pero al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos, y le hundan en lo profundo del mar.


“La pederastia está tan enraizada que la Iglesia teme una hecatombe”

Oviedo es coautora del informe de la ONU sobre el Vaticano

Sara Oviedo, Vicepresidenta del Comité de Derechos del Niño de la ONU. / EDU LEÓN
Sara Oviedo Fierro (Ecuador, 28 de julio de 1952) fue elegida en 2012 vicepresidenta del Comité de la Convención de Derechos del Niño en la ONU ante el que compareció el Vaticano el pasado 16 de enero. La socióloga ecuatoriana, que empezó a los 13 años a defender los derechos de los indígenas, las mujeres y los niños, fue testigo de las respuestas esquivas y de la negativa de los portavoces de la Santa Sede a ofrecer datos y hechos concretos sobre los casos de abusos sexuales en el seno de la Iglesia. Como coautora del durísimo informe emitido tras la comparencia, en el que la ONU exige a la Iglesia que entregue a los curas pederastas y que proteja a los niños, Oviedo afirma en esta entrevista, a través de videoconferencia, que el tema de la pederastia está “tan enraizado en las bases de la Iglesia” que sus autoridades tienen miedo a enfrentar el problema.
Pregunta. Hasta ahora nunca nadie había conseguido interpelar a la Santa Sede. ¿Fue difícil sentar al Vaticano?
Respuesta. Lo que hicimos fue cumplir con el procedimiento de realizar exámenes a todos los países firmantes del tratado de los derechos del niño, pero la diferencia es que teníamos la convicción de que había que hablar de la pederastia. El diálogo con la Santa Sede se dio en un momento en el que era factible. Existe una mayor apertura de la Santa Sede y existe una necesidad latente de las víctimas y la sociedad de reconocer este tema.
P. ¿Cumplirá el Vaticano los compromisos?
R. Yo insisto en que ya hay cosas que hemos logrado. La primera es reconocer el problema de la pederastia en todo el mundo. Hasta ahora ninguna autoridad, como la ONU en este caso, lo había verificado como un problema importante que existe y que debe ser tratado. Y otra cosa es reconocer el dolor de las víctimas, que han tenido en su ser esa sensación de culpabilidad y de no ser oídos. El Comité tuvo valentía y consistencia, sé que ellos sintieron en nuestras palabras esa posición madura al pedirles que muestren los datos que nunca han dado, que den cuenta de las acciones que están haciendo y que entreguen a los sacerdotes criminales a la justicia común.
El asunto de la pederastia está tan enraizado en las bases de la Iglesia que hace temer que si esto se enfrenta ocurra una hecatombe
P. ¿Cómo valora las respuestas de los portavoces ante el Comité?
R. La comparencia de ese día fue una suerte de sainete. Ellos plantearon que es un hecho que hay pederastas, que están muy avergonzados y que están haciendo una serie de medidas para evitarlo. El diálogo a la larga fue un tira y afloja. Nosotros insistíamos en conocer casos concretos y en decirles medidas que se deberían hacer. Ellos decían que sí, que hay que hacer cosas, pero no hechos concretos. No entregaron una lista de sacerdotes sacados del sacerdocio por pederastia. Como resumen, yo no les creo. O están haciendo muy poco o no están haciendo. Fue una situación bien ambigua, muy confusa.
P. ¿Cómo definiría su actitud?
R. Yo advertí mucho miedo, la inseguridad propia de quien es cogido en falta y de quien sabe que está defendiendo lo indefendible. Quien contesta así sabiendo todo el daño que se ha hecho a tantas vidas humanas tiene mucho cinismo.
P. ¿Mintieron los portavoces del Vaticano durante la comparecencia?
R. Yo no creo que hayan mentido. Sí creo, como dicen, que están preocupados y que han tomado tibias medias, pero el problema es ese, que creo que lo hacen para contentarnos y para que bajemos la presión. Usaron esa forma ambigua tratando de que nosotros cayéramos en el juego y que al final les dijéramos: “Qué bien que están pensando en todo eso y gracias”. Pero no caímos, les dijimos claramente que no les creíamos, con diplomacia y en buen ambiente, sin gritos: “No les creemos, no se ve lo que hacen. Las víctimas siguen esperando respuestas”.
P. ¿La Iglesia se siente impune?
R. Si analizamos sus respuestas ese día no les veo síntomas de sentirse impunes, aunque en los hechos sí han actuado así, con la lógica de seguirlos protegiendo [a los pederastas]. Si un militar es evidenciado en situaciones de este tipo se lo entrega a la justicia común, no se entiende por qué ellos no lo hacen. La única conclusión que saco es que el asunto de la pederastia es estructural y que está tan enraizado en las bases de la Iglesia que hace temer que si esto se comienza a enfrentar ocurre una hecatombe y salen comprometidas todas las estructuras y sus autoridades. Por la protección con la que tratan el asunto nos hacen pensar que el tema es muchísimo más grande.
P. Los portavoces del Vaticano les han acusado de interferir en la libertad religiosa ¿qué opina?
R. Yo pienso que eso fue una salida por la tangente para poder disminuir la presión. Quisieron decir que no solo estábamos siendo duros e injustos con el tema de la pederastia, sino que interferíamos en otros como el aborto, la homosexualidad o la cuestión de género, pero ellos saben que no hubo insistencia sobre esos asuntos.
P. ¿Cómo valora el silencio del papa Francisco tras el informe?
Tal vez nosotros no lo veamos, pero sí llegará la justicia
R. A mí me gustan las personas que hablan un poco tarde, pero con consistencia y con la verdad. Me parece coherente que no haya hablado, él debería hablar con hechos y para presentar las propuestas. Si hablase ahora para decir lo que están diciendo los portavoces de la Santa Sede defraudaría a mucha gente. Creo que se está tomando su tiempo para ofrecer respuestas concretas.
P. Para las víctimas esto ha sido una gran victoria. ¿Qué sigue ahora para ellas?
R. Las víctimas son las que tienen la sartén por el mango. Creo que nosotros cumplimos de manera madura y consistente. Ahora les corresponde a ellas hacer las demandas en sus países de origen, volver a la carga y proponerse agendas bien claras para ver cómo conseguir que en la práctica se vayan concretando los hechos que la Santa Sede reconoció ante el Comité que hay que hacer.
P. Las asociaciones mexicanas piden que se juzgue al Vaticano por crímenes de Estado, ¿cree que hay elementos para ello?
R. Yo no sé sinceramente cuáles son los elementos necesarios para eso, a mí eso ya no me compete juzgarlo.
P. El portavoz del Vaticano ante la ONU dijo que hay pederastia en la Iglesia igual que en otras profesiones.
R. Justamente ellos como guías espirituales están obligados a dar ejemplo. Además, no porque lo hacen los otros se justifica, son ellos los que han asumido ser guías espirituales y han asumido el celibato. La protección a los sacerdotes criminales ha creado ahí un lugar casi morboso, con situaciones muy insanas donde la sexualidad humana está absolutamente deformada.
P. ¿Cree que algún día se hará justicia a las víctimas?
R. Yo creo que el ser humano va avanzando y esa humanidad va a poner el límite a quien haya que ponérselo. Tal vez nosotros no lo veamos, pero sí llegará la justicia.
P. ¿Es usted creyente?
R. Es complicado. Yo creo en Dios, pero en el Dios de los pobres. A mí me cuesta mucho creer en la institución Iglesia, que ha cometido tantos errores y que está siempre del lado de los que tienen el poder. No me nace creerle.


martes, 4 de febrero de 2014

Las mujeres indias cargan con la 'culpa' de ser violadas

Por Inspiración Femenina Tian

Hobbes decía que 'el hombre es un lobo para el hombre', nosotras podríamos decir que la mujer es el peor enemigo de otra mujer, sobre todo porque no te lo esperas... 
Esto es lo que ha ocurrido en India, cuando una mujer, política, del partido en el poder, Asha Mirje, ataca sin compasión a las mujeres hindúes que son violadas, afirmando que son ellas las que invitan a los hombres, por sus ropas, por estar en los sitios inadecuados o a las horas inadecuadas...
Aqui les dejamos el artículo  del Blog de Mujeres del periódico 'El País':


Las mujeres indias cargan con la 'culpa' de ser violadas

Por:  04 de febrero de 2014


Mujeres en el distrito de Birbhum, donde ocurrió la última violación en grupo (REUTERS/STRINGER)
En India, todavía, una mujer violada puede ser señalada como la culpable de haber sido agredida. En un país sacudido por brutales violaciones en grupo, se ha desatado otro escándalo porque una política del partido en el gobierno, Asha Mirje, sugirió que son las mujeres las que invitan a los hombres a atacarlas. Se refirió a la violación en grupo y muerte de una estudiante en Delhi en diciembre de 2012, la que desató una ola de protestas y un fuerte debate en el país. También la de una fotógrafa de Bombay que fue violada por otro grupo mientras estaba trabajando.
¿Realmente tenía que ir a ver una película a las 11 de la noche con su amigo? ¿Por qué la superviviente de la violación en Bombay estaba en un lugar solitario a las seis de la tarde?, se preguntó en una reunión de mujeres de su partido político. “Las violaciones también ocurren por la ropa de la mujer, por su comportamiento y por estar en lugares inapropiados”, argumentó. El Partido del Congreso trató de desmarcarse diciendo que tomará medidas y asegurando que la seguridad de las mujeres no solo les corresponde a ellas.

La declaración se produce en un país sacudido por el penúltimo caso: la violación fue elcastigo que impuso un consejo tribal de patriarcas de una aldea de Birbhum, en Bengala Occidental, el este de India, a una mujer de 20 años. Su “crimen” fue enamorarse de un hombre que no era de su comunidad ni religión. La pareja fue atada al tronco de un árbol. El consejo de patriarcas impuso una multa de 25.000 rupias (unos 300 euros) a cada uno. La familia del hombre pagó, pero la familia de ella no pudo. Por ello, el jefe del consejo dijo a los aldeanos que eran libres de “disfrutar a la chica y divertirse”. Varios hombres la atacaron sexualmente enfrente de una decena de espectadores. Fue tan brutal el ataque que ella perdió la cuenta. Los informes médicos dicen que fueron entre cinco y 15 hombres.

La familia de la víctima fue obligada a guardar silencio y no fue hasta dos días después que pudieron denunciar el crimen. La policía detuvo a 13 personas. Pero un reportaje del canal de televisión NDTV asegura que la gente de la aldea niega completamente los hechos. En ese mismo distrito, hace cuatro años una mujer fue obligada a desnudarse y caminar así por la aldea también por tener una relación que no era consentida por la comunidad.
El Estado de Bengala Occidental, cuya capital es Calcuta, es uno de los peores en India para ser mujer: allí ocurren el 12% de delitos contra las mujeres de todo el país, de acuerdo a la Agencia Nacional de Registro de Crímenes. Según los activistas, las castas bajas y las tribus son más vulnerables a violaciones y más probable que el crimen quede impune. Pero las cosas están cambiando.
“Antes estos casos quedaban en el silencio, pero ahora poco a poco van saliendo a la luz, conforme la sociedad va tomando consciencia sobre los derechos de la mujer”, asegura la directora del Centro de Investigaciones Sociales, Ranjana Kumari. Explica que este tipo de consejos de patriarcas son cada vez más raros, pero siguen existiendo: se trata de un grupo de hombres que se autonombran para decidir sobre algunos casos. “Son totalmente ilegales: fueron prohibidos por el Tribunal Supremo. Pero en nombre de la tradición se han dedicado a maltratar a las mujeres porque sus decisiones son casi siempre contra sus derechos”, dice.
image from http://aviary.blob.core.windows.net/k-mr6i2hifk4wxt1dp-14020320/32f4751e-152b-45ff-83bf-b8865e16361c.png
La puerta cerrada de la casa en que vivía la víctima de una violación decidida por un consejo tribal en Birdhum (DIBYANGSHU SARKAR, AFP)
Las áreas rurales tienen menos control policial y por lo tanto el control social es mayor. Las tradiciones patriarcales y conservadoras llevan a los hombres a usar la violación como un arma para dar miedo a las mujeres. La reconocida abogada y activista Madhu Mehra asegura que mientras en la sociedad india no quede claro que las mujeres son libres, que tienen derecho a decidir con quien casarse, que tienen libertad sexual, se seguirán escuchando esas contradictorias ideas de que las mujeres tienen la culpa de ser violadas.
Recapitulando lo que ha pasado en el último año tras la violación de Delhi, Vrinda Grover, una reconocida abogada por los derechos de la mujer, dice que “está claro que la violencia y la impunidad continúan. La impunidad varía mucho según la clase y la casta y la religión a la que las mujeres pertenecen”. Sin embargo, como muchas otras activistas, coincide que el gran paso ha sido empezar a hablar de la violencia de género, tanto hombres como mujeres. El silencio y la negación se han roto. Se ha quitado un poco el estigma y a las mujeres comienzan a denunciar.