sábado, 28 de junio de 2014

THE WORLD CUP INCREASES THE DOMESTIC VIOLENCE

Por Evy Basma



NO ONE WANTED ENGLAND TO WIN THE FOOTBALL WORLD CUP MORE THAN WOMEN.

DOMESTIC VIOLENCE RISES 38 % WHEN ENGLAND GET KNOCKED OUT OF THE WORLD CUP.


3 scientists from the university of Lancaster have studied domestic violence in England during the three last World Cups. ( 2002,2006,2010 ) and have found an increase in violence of 38 %.

According to The Guardian,the Police in Essex are increasing their operations during the World Cup due to the raise of violence. The Police say that with "stress" combined with  alcohol consumption during the matches,  it is more likely that women will get beaten by their lovers and husbands. That if you are a person that easily turns to violence, the risk is very much higher, that you will do so, during a World Cup match.

And if you thought that winning a football match would make it easier, you are wrong !
A win will  increase the violence with 26 % !

Domestic violence increases during England World Cup football matches

Incidents increase following an England defeat
Researchers from Lancaster University have found that domestic abuse increases during England World Cup football matches – especially if the team lose.

The research team analysed figures from Lancashire Constabulary across three tournaments in 2002, 2006, and 2010.

After controlling for day of the week, incidents of domestic abuse rose by 38 per cent in Lancashire when the England team played and lost and increased by 26 per cent when the England national team played and won or drew compared with days when there was no England match. There was also a carry-over effect, with incidents of domestic abuse 11% higher the day after an England match.

The report was carried out by Dr Stuart Kirby and Professor Brian Francis of Lancaster University with Rosalie O'Flaherty and published in the Journal of Research in Crime and Delinquency.

They found that the average number of incidents of domestic violence on the days when England played was 79.3 compared with 58.2 on the days the team did not play.

There was also evidence that incidents were high on the day following an England game, with an average of 70.5 reported cases, and the number of cases also rose whenever the England game was played on a weekend.

A police officer quoted in the report said:
"The World Cup appears a reason for many to party, however delight and expectation can turn into despair and conflict with the kick of a ball."
The researchers also found that reported domestic abuse incidents increased in frequency with each new tournament, from an average of 64 in 2002 rising to 99 in 2010.

The researchers said there could be several factors behind these findings.
"The tournament is held in the summer and is associated with warmer temperatures, increased alcohol consumption and brings individuals in closer proximity to others.

"Although it is difficult to say the tournament is a causal factor, the prestigious tournament does concentrate the risk factors into a short and volatile period, thereby intensifying the concepts of masculinity, rivalry and aggression."
They suggest the figures could have risen due to the increased commercialisation of the tournament.

A Social Services representative said:
"The tournament goes on for a whole month – this creates all sort of problems, often aggravated by alcohol, on the smallest of issues such as what programme the TV is tuned into."
The researchers say these findings are significant because they could lead to new ways to tackle domestic violence and so reduce "the misery of abused partners, as well as the children and family members."

sábado, 21 de junio de 2014

Las niñas soldado de Sierra Leona

Por Inspiración Femenina


Jonathan Torgovnik, un fotógrafo que se dedica a captar situaciones que reflejan las secuelas de los conflictos bélicos, realizó un proyecto en el que entrevistó a ocho mujeres que fueron secuestradas durante la guerra civil en Sierra Leona, conflicto que duró desde 1991 hasta 2002.

A continuación les dejamos el corto resultante de estas entrevistas titulado "Girl Soldier", que significa niña soldado, para que puedan verlo.



viernes, 20 de junio de 2014

EL TAPIZ DE LAS LÁGRIMAS DE LAS ESCLAVAS SEXUALES




Por: Inspiración Femenina

Hoy queríamos compartir una noticia que ha salido en la prensa hace unos días en el bolg del diario El País.
La noticia nos muestra ,como por medio del arte, mujeres de diferente paises expresan su sentir sobre algo que ha sido, y sigue siendo, una lacra en nuestra sociedad.
Les dejamos el link para que puedan acceder a ella: http://blogs.elpais.com/mujeres/2014/06/el-tapiz-de-las-lagrimas.html








lunes, 16 de junio de 2014

LA OTRA CARA DEL MUNDIAL



En tiempos de deporte y diversión, también existen las bambalinas. 
Y entre bambalinas parece que no deja de ocurrir lo mismo de siempre. 

Nos pareció interesante compartirles este artículo, que por otra parte, nos aporta un toque de esperanza, a través de la acción de una periodista -Andrea Dip- que busca una reflexión más profunda de este estigma femenino: la prostitución.


Fuente: diario "La República" de Uruguay, día 16 de junio de 2014

CONSUMO DE SEXO Y TRÁFICO SEXUAL

La otra cara del Mundial

Brasil es el segundo destino, después de Tailandia, para viajeros, turistas y proxenetas implicados en el turismo sexual. El 25% de los 1.500 destinos turísticos de Brasil tiene como uno de sus negocios más importantes la prostitución. En un país en plena convulsión social y reacción política al Mundial de Fútbol recién comenzado, se espera que la demanda de oferta sexual crezca.
Según datos de Unicef, 500 mil niñas y niños menores de edad son víctimas del delito de explotación sexual en Brasil. Se estima que 600 mil turistas asistirán al Mundial de Fútbol que se juega en ese país, de lo que se deduce que el mercado de la compra y venta de sexo podría incrementarse debido al vínculo entre el aumento del consumo de prostitución y la ocurrencia de los grandes eventos deportivos.
En relación al estatus legal de la prostitución, existe en Brasil un proyecto que reglamenta la actividad, llamado Ley Gabriela Leite, que está parado en la Cámara de Diputados. Mientras tanto la Marcha de las Vadías (o Marcha de las Putas) no para de crecer junto con el debate legalización vs. abolicionismo, y un enorme abanico de consignas que abarcan desde el acoso callejero, la legalización de la prostitución y la denuncia de las injusticias de la FIFA.
Andrea Dip es una periodista brasilera que recorrió durante tres meses el nordeste del país junto al ilustrador De Maio, para hacer periodismo de investigación en una excelente y realista serie de historietas acerca de la vida de las jóvenes que se prostituyen (o son forzadas a hacerlo) en la ciudad de São Gonçalo do Amarante, municipio brasileño del estado del Ceará, perteneciente a la región metropolitana de Fortaleza.
Entrevistada para Comunicar Igualdad, Dip señaló que a partir de la investigación “Meninas en jogo” (“Chicas en juego”) pudieron identificar varios tipos de prostitución, explotación sexual y trata. Una de ellas son las poderosas redes de narcotráfico que trabajan con conexiones internacionales que permiten el tránsito de las mujeres hacia Europa desde el litoral brasileño, las que son perseguidas por fuerzas especiales de la policía nacional.
“La gran mayoría de las mujeres que hicieron parte de nuestra investigación son personas que van circulando por todo el país”, sitúa Dip. Muchas mujeres jóvenes que viven en condiciones de pobreza, negocian la venta de su cuerpo (“hacen programa”) a cambio de una dosis de pasta base”, agrega la periodista.
Las historietas de “Meninas en jogo” son efectivas en la precisión de la información que brindan y en la visualización de estos casos a través de la narrativa en viñetas. Asimismo, el reportaje de Dip remarca que, para el desarrollo del turismo sexual, las redes organizadas se sustentan en dos pilares: por un lado la oferta generada por la vulnerabilidad socio-económica, emocional y/o psicológica de la persona victimizada y, por el otro, la demanda o el cliente, beneficiado por la impunidad en una cultura machista.
Las cifras también hablan por sí solas: el año pasado las denuncias sobre tráfico de niñas, niños y adolescentes aumentaron un 86%, al tiempo que las formas de explotación aparecen de maneras no tradicionales. Unicef informó de 1,2 millones de niñas y niños que son traficadas en el mundo, las principales víctimas son negras, asiáticas y de origen latino. Brasil no es la excepción: allí la mayoría de las mujeres explotadas son afrodescendientes y de clases populares, con edades que oscilan entre 15 y 27 años.
Preocupante legado post Copa
Representantes de organizaciones de mujeres brasileras señalan la falta de atención en las políticas sociales que generen empleo efectivo durante la Copa, así como el cuidado en los impactos sociales del evento. “Vamos a vivir en un Estado de excepción” resumen ante el endurecimiento de las leyes que reprimen la protesta social, pero que protegen de manera laxa a los turistas y extranjeros durante el evento futbolístico.
En virtud de las responsabilidades del Estado en función de la disminución del delito de explotación sexual, Brasil cuenta con un 2° Plan Nacional de tráfico de Personas, que involucra a 17 ministerios y tiene 115 metas a cumplir hasta 2016, entre ellas la capacitación de profesionales de varias áreas, la creación de más de diez puestos de atención en ciudades de frontera, la aprobación de proyectos de ley que impliquen la pérdida de bienes implicados con el tráfico de personas y la internacionalización del mismo. También se han creado los servicios de denuncia telefónica “Disque 100” y “Disque 180”, centrales de denuncia que funcionan 24 horas al día.
Consultada respecto de la efectividad de estas instancias de denuncia, Dip detalla: “Lo que nosotros vimos en Ceará fue que existe una delegación de combate de la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes para toda la ciudad. Cuando las denuncias llegan son encaminadas a los Consejos tutelares y a esa delegación. Las delegaciones no tienen gente suficiente para dar seguimiento a todas las denuncias y además la denuncia de explotación sexual es diferente a la de abuso. Si el caso de explotación es flagrante, y si la delegada o la policía llega allá tres días después no va a encontrar a esa chica en esa situación.
Entonces, es muy difícil que se pueda penalizar a una persona, principalmente cuando es extranjero, allí se pone más difícil todavía. Cuento en el reportaje que la primera noche cuando estaba entrevistando a una persona en un bar, en la mesa de al lado había una chica de 12 o 13 años con un hombre viejo, entonces llamamos a una comisión tutelar y nos respondieron ‘no tenemos carro para poder ir’. Después llamamos a la policía y nos dijeron ‘si no están haciendo nada obsceno no podemos hacer nada’, ahí quedó clara esa impunidad… Podemos tener leyes más duras pero ¿cómo la gente es responsabilizada, penalizada de hecho?”.
“Meninas en Jogo” recuerda en cada tramo los derechos que protegen a niñas, niños y adolescentes y cita literalmente: “Todo niño/niña tiene derecho a una plena protección contra todas las formas de explotación y abuso sexual” (Declaración de Estocolmo sobre explotación sexual de niñas y adolescentes, 1998).
Dip resalta su sensación de que las políticas públicas que están siendo implementadas no facilitan el diálogo con las mujeres y niñas que están sufriendo la vulneración de sus derechos: “Hay chicas que hacen ‘programas’ a cambio de 5 reales y esto es un fenómeno nuevo que está aumentando. Hay muchas caras para el problema del tráfico de personas, pero generalmente hay una relación con la extrema pobreza y la falta de perspectivas. Los programas sociales son raros y son muy hechos ‘desde arrib’. No se conversa ni se intenta un diálogo con esas chicas, entonces se les ofrece una beca de estudios pero las niñas tienen que ser mayores de edad o tener la primaria completa, y eso no sucede porque muchas abandonaron la escuela. Esa falta de diálogo dificulta todo aún más”.
Aquí les copio algunas entradas en donde se pueden ver los comic de Andrea Dip
http://jubileosuramericas.net/hq-meninas-em-jogo/
http://apublica.org/2014/05/hq-meninas-em-jogo/

Publicado por Claudia 

martes, 10 de junio de 2014

CUMBRE CONTRA LA VIOLENCIA SEXUAL COMO ARMA DE GUERRA

Por Inspiración Femenina
 
Hoy comienza en Londres una cumbre Internacional contra la violencia sexual como arma de guerra. Tres días en los que supuestamente se elaborará un protocolo para quelo que marca la Declaración de Compromiso para poner Fin a la Violencia Sexual en los Conflictos firmada hace medio año por los miembros de la ONU, se lleva a la practica.
Sabemos que, desgraciadamente estas reuniones no suelen tener luego una repercusion fuerte en las situaciones dramáticas que tratan de  pliar, sin embargo  siempre albergamos también un anhelo de esperanza de que.... algo puedan hacer.
Curioamente hace un par de semanas escribíamos nuestro blog sobre la violencia sexual como arma de guerra. Algo que ha formado parte de una forma de venganza y de humillacion en una cultura patriarcal.
Esperemos que esta cumbre de resultados positivos para todas aquellas que sufren de este genocidio.

Aqui os dejamos un artículo del diario español EL PAIS:


140 países en la cumbre contra la violencia sexual como arma de guerra

Angelina Jolie apoya la reunión de la que saldrá un protocolo para combatir estos crímenes


Angelina Jolie y el secretario del Foreign Office, William Hague, en la reunión de la cumbre mundial contra la violencia sexual en los conflictos armados, hoy en Londres./ REUTERS
Desde Bosnia o la República Democrática del Congo hasta Siria y Sudán, la violencia sexual ha sido y es utilizada de forma masiva como arma o táctica de guerra en los conflictos. Una táctica de terror y sometimiento que traumatiza a las víctimas y garantiza una destrucción de larga duración de comunidades o grupos étnicos. La cultura de la impunidad que ampara esos crímenes es el enemigo a batir en el la cumbre inaugurada hoy martes en Londres. Una reunión que servirá para sellar un verdadero compromiso internacional para que se investiguen y documenten estos crímenes; para que se persiga a los perpetradores y se garantice asistencia a largo plazo de los supervivientes; la mayoría –aunque no únicamente– mujeres y niñas.
“La violación es uno de los grandes crímenes en masa de nuestro tiempo”, ha subrayado el secretario del Foreign Office, William Hague, en la apertura de un encuentro que ha auspiciado personalmente junto a la actriz y enviada especial del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Angelina Jolie. En la conferencia participarán hasta el viernes delegados de los Gobiernos de 140 países, además de centenares de representantes de la sociedad civil y de grupos defensores de los derechos humanos que darán voz a algunas de las víctimas. En el centro de la agenda política está la activación del primer protocolo internacional que recogerá medidas concretas de prevención y acción, pero que sobre todo ambiciona cambiar actitudes hacia unos crímenes reconocidos como de lesa humanidad y que, sin embargo, en la inmensa mayoría de casos nunca son perseguidos.
La cita de Londres coincide en el tiempo con el secuestro de dos centenares de estudiantes nigerianas por los islamistas radicales de Boko Haram, un suceso que, al igual que la reciente lapidación de una mujer embarazada en un "crimen de honor" en Pakistán o la violación y asesinato de dos adolescentes en el norte de India, ha arreciado la presión para que los Gobiernos reaccionen. Frente a su gran impacto mediático, subraya Amnistía Internacional, el recurso sistemático a la violencia sexual en los conflictos sigue siendo un crimen silenciado, a menudo por la falta de pruebas a causa del temor de las víctimas y de su estigmatización.
Una media de 36 mujeres y niñas son violadas a diario en la República Democrática del Congo, según las estimaciones de UNICEF, que cifra en hasta 200.000 el número de víctimas de la violencia sexual desde finales de los años noventa. En el conflicto civil sirio, la agresión sexual es un arma recurrente contra mujeres, hombres y menores durante los registros de viviendas e interrogatorios en centros de detención, confirmaba la ONU meses atrás. Eso ocurre dos décadas después del epílogo de la guerra de los Balcanes, en la que decenas de miles de mujeres fueron violadas y nunca obtuvieron justicia. Su vindicación ha movilizado en los últimos dos años al atípico tándem Hague-Jolie para promover un inédito protocolo que el próximo viernes respaldarán en la capital británica el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, y el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon.
Medio año después de que dos tercios de los países miembro de la ONU accedieran a suscribir la Declaración de Compromiso para poner Fin a la Violencia Sexual en los Conflictos, la cumbre de Londres alienta a convertir el mero papel en acción: documentar esos crímenes para sustentar acciones judiciales contra los instigadores, presionar a los países afectados para que refuercen sus leyes en ese ámbito, alentar la formación de los soldados y fuerzas de paz en la prevención de la violencia sexual e incrementar los recursos económicos en el apoyo a unas víctimas que, tras la agresión, deben afrontar el rechazo social y enfermedades como el sida.
El hecho de que la violencia sexual contravenga la Convención de Ginebra y constituya un crimen de guerra debería impedir, asimismo, que se pueda amnistiar ese delito en los acuerdos de paz, aunque la realpolitik quizá acabe contradiciendo ese punto. Cuándo y cómo se aplicará y cuánto tendrá de efectivo ese nuevo protocolo internacional son los interrogantes que plantean los medios más críticos, pero los representantes de los grupos pro derechos humanos que trabajan con las víctimas y están presentes en el foro Londres se congratulan de estas tengan, por fin, una voz resonante.

viernes, 6 de junio de 2014

CUANDO EL ÚTERO DICE BASTA!!!

Por: Inspiración Femenina


Cuando el útero dice basta


- El 10% de las mujeres de Nepal sufre prolapso uterino.
 - Diversas organizaciones alertan que este problema de salud está provocado por la vulneración sistemática de sus derechos.



El 10% de la población femenina de Nepal sufre prolapso uterino. Mujeres marcadas por una maternidad demasiado temprana para las que los órganos genitales han dejado de ser aquello que se mantiene en el lugar debido, convirtiendo su vida cotidiana en un infierno. En una estimación a la baja, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Instituto de Medicina de Katmandú calcularon que en total había 600.000 afectadas en el país, pero otros estudios locales y por regiones (el país tiene 75 distritos) elevan la cifra. La ONG nepalí CAED encontró que un 37% de mujeres lo padecen en los distritos de Saptari y Siraha. En Rautahat y Mahottari, un 20%, según documentó un informe del Model Hospital de Katmandú recogido en el informe de Amnistía Internacional Cargas innecesarias. La discriminación de género y el prolapso uterino en Nepal. “Zonas con altos índices de discriminación”, explica la ONU.
Forzadas a casarse en su adolescencia, incluso antes de haber alcanzado la pubertad, varias veces madres a los 20, golpeadas y vejadas por sus familias políticas, en ocasiones violadas en el lecho conyugal, obligadas a trabajar durante horas bajo el sol en el campo y caminar durante horas en busca de agua y grano, aunque acaben de parir pocos días antes, malnutridas... Las historias y condiciones de vida de muchas de las que sufren este problema en Nepal, sobre todo en áreas rurales, son comunes. Son las causas de que sus músculos, aunque jóvenes, no aguanten sus úteros.

Esta descripción bien podría ser la vida de Ram Kumari Yadav. “Soy pobre y no puedo trabajar bien. Tengo dolor en el abdomen. También en la espalda. No me puedo sentar correctamente, ni juntar las rodillas. Me duele todo el rato”. Con un hilo de voz, sentada ladeada, descalza y en el patio de la casa de una vecina en Govindapur-5, para evitar ser descubierta por su marido hablando con desconocidos sobre sus problemas, Ram Kumari Yadav relata cómo ha sido su existencia desde hace tres décadas. No sabe la fecha exacta en la que su útero cayó y se le salió de su cuerpo por la vagina, solo que fue al parir a su primogénita, de la que quedó embarazada pocos meses después de casarse tras tener su primera menstruación. Hoy, cinco hijos después, esta mujer de unos 45 –desconoce su edad precisa– todavía no se ha sometido a la cirugía que necesita para tratar su prolapso uterino. Su marido no solo no se lo permite porque no quiere dejar de mantener relaciones sexuales durante los días de reposo tras la operación, sino que además, le pega y abusa de ella cuando llega borracho a casa.
“El prolapso uterino en Nepal es consecuencia de la discriminación de género”. Samita Pradhan, responsable del Programa de Derechos Reproductivos de la ONG CAED, no duda al hacer el diagnóstico: “Es un problema de mujeres de 50 y en Nepal tienen 15, debido al matrimonio infantil y los embarazos tempranos”.
Los números avalan esta radiografía. La edad media de las pacientes de prolapso uterino en Estados Unidos es de 61 años y la aparición del problema está asociada normalmente a la falta de tono muscular por el envejecimiento. En Nepal, sin embargo, casi la mitad (47%) de las mujeres que pasan por quirófano por esta dolencia –y son pocas las que llegan a operarse– tienen entre 15 y 29 años. La mayoría notó que sus órganos cedían a la gravedad cuando dieron a luz a su primer o segundo hijo, según datos del UNFPA de 2013. El dato encaja con la tasa de embarazos adolescentes que, aunque ha descendido en la última década, es elevada: el Gobierno de Nepal estima que el 17% de las chicas de entre 15 y 17 años está encinta o han tenido ya a su primer hijo.

Sé que los niños no deben casarse tan pronto. Pero tendré que buscar unos buenos chicos para mis hijas. Soy una mujer, ¿qué puedo hacer?”
Manju Devi Yadav, de unos 26 años (desconoce su fecha de nacimiento) y residente en una vivienda de adobe y paja en Bhediya (en el distrito de Siraha). Tuvo su primer hijo con 12. Recuerda que tras su primera regla, con 11, se casó con un hombre 14 años mayor que ella, elegido por sus padres. “Cuatro meses después me quedé encinta”, relata. Fue al tener su segundo bebé, una niña, cuando notó una fuerte presión en su vagina. Tenía 13 años y después del parto pasó seis días separada en otra habitación de la casa de sus suegros (donde habitualmente viven las parejas) y solo se alimentaba con jengibre y azúcar negro. La tradición dice que después de dar a luz la mujer está sucia y hay que mantenerla apartada. Después de ese reposo, Manju Devi volvió a sus tareas habituales: ir a por agua, sacar a pastar a sus vacas, buscar y cargar la madera para el fuego en el hogar, también el cereal con el que hace harina. Todos trabajos físicos que requieren que transite muchas horas por caminos de tierra cargando pesados bultos sobre su cabeza. Y su útero fuera de su lugar.
“Sé que esto tiene que parar. Que los niños no deben casarse tan pronto. Pero no tengo ayuda y tendré que buscar unos buenos chicos para mis hijas. Soy una mujer, ¿qué puedo hacer?”. Manju Devi ya busca varones para desposar a sus tres hijas, de 13, 9 y 7. Cuanto mayor es la mujer, más tienen que pagar las familias como dote. Y son muy pobres. “Además, si no se casa pronto, la comunidad piensa que tiene algún problema”, detalla la joven madre. Su primogénito, un chico de 14, ya está casado. “Es muy travieso. No podía hacer nada por evitarlo”, justifica con una expresión triste en su envejecido rostro, surcado por arrugas que dibujan una edad que no tiene.
El matrimonio infantil es ilegal en Nepal. También la dote. Ambas prácticas son, sin embargo, muy comunes. Y el Gobierno lo sabe. El propio censo del país desveló en 2011 que el 29% de las adolescentes menores de 19 (la edad legal para enlazarse) estaban casadas “informalmente”. Los datos del UNFPA de 2013 completan el cuadro: la media de edad a la que contraen matrimonio las nepalíes es a los 15 años (14 entre las pacientes de prolapso uterino). A los 19, la mayoría (74%) ya ha sido madre.
Para Purna Bhakta Tandukar, el secretario adjunto del ministerio de Mujer de Nepal, ni el matrimonio infantil, la dote o la violencia de género (también penada con multas o cárcel) son asuntos que debieran abordar su equipo. “Son problemas legales”, justifica. “Cualquiera puede denunciar un matrimonio infantil o un caso de malos tratos, y la justicia tomará medidas contra ellos. El problema es que la gente no denuncia”, considera. La policía solo investigó 19 casos de matrimonio infantil entre 2012 y 2013, denuncia Amnistía Internacional.
Tampoco las elevadas tasas de prolapso uterino y la falta de acceso a tratamientos son asuntos que deba solucionar el ministerio de Mujer, según Bhakta Tandukar. “No lo abordamos porque es un problema de salud”, argumenta.

Soluciones para las invisibles

Desde el ministerio de Salud la solución que se ha dado a las mujeres que sufren prolapso uterino ha sido montar campamentos médicos en áreas rurales estratégicas una vez al año para que puedan operarse gratuitamente. Lo hacen desde que en 2008 el Tribunal Supremo del país fallara que el derecho constitucional de las mujeres en materia de salud reproductiva había sido menoscabado por el Gobierno en tanto que había fallado en la implementación de medidas para reducir y tratar los casos de prolapso uterino. El UNFPA estima que 200.000 –un tercio del total de afectadas– necesitan cirugía para realizarse una histerectomía (extirpación del útero), debido al avanzado estado de su prolapso.
A uno de esos campamentos fue hace dos años Chandrawati Mahato, de 45 años. “Ahora estoy contenta y convenzo a las mujeres de la comunidad con el mismo problema para que se operen”, dice. Sabe bien lo que es soportar el dolor y la humillación familiar en silencio. Sin ayuda ni desahogo. Ella, como casi todas, lo mantuvo en secreto. “Sentía vergüenza. Ya sabes cómo son las mujeres de la comunidad, te critican. Lo callamos porque hay el pensamiento de que esto pasa por el karma. Mi nuera me insultaba cuando se enteró. Así se comporta la gente”, dice tranquila y en voz baja en el porche de su casa, a dos metros de la habitación de sus dos vacas mientras su marido, con el que se casó cuando tenía 12 años, descansa a la sombra desconcertado porque su mujer sea objeto de una entrevista.
El ministerio de Sanidad nepalí organiza campamentos médicos anualmente en zonas rurales para operar a las pacientes
El secretismo hace que Chandrawati Mahato, que vive a escasos pasos de Ram Kumari y otras mujeres con prolapso uterino en Govindapur-5, nunca hayan hablado entre ellas sobre su problema. Tampoco las vecinas de Bishanpur Kati, también en la región de Siraha, al sureste del país. Ganga Ram Sah, médico de la clínica en esta localidad, considera peligrosa la falta de comunicación, no solo entre las mujeres, sino con él. “No vienen abiertamente por este problema. Tienen vergüenza de hablar sobre sexo y es muy difícil darles información sobre este tema. Cuando vienen por otras enfermedades, les hago muchas preguntas para averiguar si tienen prolapso uterino”, explica rodeado por un grupo de mujeres traídas por amigas para que reciban orientación. “A veces somos nosotros quienes vamos a los pueblos para dar charlas sobre prevención y tratamientos. Pero no tenemos programas específicos”, se queja.
Ganga Ram Sah coge de su mesa de madera roída un anillo de goma roja, de unos siete centímetros de diámetro, y se lo muestra a las concurrentes. “Permite sujetar el útero en la fases uno y dos”, detalla. Esto es cuando el prolapso es leve o moderado y el útero alcanza la entrada de la vagina, pero no se ha salido. Lo explica a pesar de que en su consulta, por falta de instrumental e infraestructura, no puede operar ni colocar un anillo, que tiene que ser cambiado cada tres meses. Eso obligaría a que las mujeres, sin más medio de transporte que sus pies, tuvieran que ir periódicamente al hospital de la ciudad más cercana, a varias horas caminando por senderos de tierra. Una ausencia muy prolongada que, además, no podrían explicar a los maridos que normalmente se oponen a cualquier tipo de tratamiento, según relata el médico.
Samita Pradhan, de la ONG CAED, cree que las políticas públicas deberían dar un giro para facilitar el acceso a este tratamiento en vez de solo focalizarse en operar una vez al año en los campamentos. Más aún, lleva años pidiendo que se incluya en el sistema sanitario la colocación de un nuevo tipo de anillo, fabricado de PVC, que es más caro (40 euros) pero dura 10 años. También porque haya más y mejor acceso a métodos anticonceptivos, y campañas estatales de sensibilización y prevención. “Las leyes tradicionales son muy fuertes. En Nepal hay el concepto de que la mujer es una máquina para hacer hijos. Tenemos que implicar a los hombres en los programas sobre igualdad”.
Muchas mujeres son apartadas de la casa y sin apenas alimentación tras el parto porque se las considera sucias
En su despacho en Katmandú, la directora de la división de salud familiar del ministerio de Salud Pública, Kiran Regmi, anuncia “nuevos programas el próximo año” para combatir el prolapso uterino. El juego de ropa para los recién nacidos que se entrega gratis a las mujeres que acuden a los hospitales a parir (un incentivo para que no den a luz en casa como es habitual), luce colgado en la pared.
“Vamos a implementar un programa para que no tengan que irse a operar a los campamentos anuales, sino que cualquier organización de mujeres que nos llame con algún caso recibirá ayuda. Así, las mujeres podrán operarse a los pocos días en un hospital. Les facilitaremos el transporte y la manutención de un acompañante”, detalla. Avanza también que el Ministerio va a adquirir 10.000 anillos de PVC (los caros) para los casos leves. Una cantidad muy inferior al número de afectadas que podrían beneficiarse, unas 400.000.
Pero el transporte o la carencia de anillos no son las principales trabas que enfrentan las nepalíes para eliminar el bulto que asoma por sus genitales, que se infecta, sangra y duele. El obstáculo es el marido.
El esposo de Kamali Devi Paswan no la permite operarse del prolapso uterino grave que padece desde parió a su tercer hijo, hace casi una década, después de que los dos anteriores fallecieran. “Me dice que cuando consiga trabajo en India, entonces me haré la operación”, afirma como si se tratara de una cuestión de dinero. Sentada en la parte de atrás de su casa para esconderse de las miradas y cuchicheos de los vecinos que se han congregado alrededor de su pequeña vivienda para enterarse de qué le ocurre, confiesa finalmente que su marido no le permite someterse a una histerectomía porque quiere tener más hijos, aunque ya tienen tres, dos nacidos después de que a Kamali Devi se le saliera el útero.
“Iré contra él. Iré al campamento la próxima vez que venga”, dice atrevida. “Sé que me pegará, pero tengo mucho dolor. Mis hijos [de 9 y 10 años los mayores] me ayudarán”. Con su bebé de siete meses sobre su regazo, sentada en una lona en el césped, a Kamali Devi se le humedecen los ojos: “Estoy sola. A veces siento rabia. Soy muy pobre y no sé qué más decir. No sé por qué se me salió. Vivo en un pueblo y tampoco tengo idea de si esto es un problema de Nepal o a cuántas mujeres afecta”.
Ni ella, ni Ram Kumari, u otras mujeres afectadas, pueden operarse sin el consentimiento del marido por una traba administrativa. Para evitar que mujeres de otros países, sobre todo indias, se operasen gratis en los campamentos, el Gobierno empezó a pedir el documento que acredita la ciudadanía nepalí. Una ciudadanía que concede, con su apellido, el esposo o el padre, en caso de que sea soltera. Para ellos es tan fácil negar la operación como no gestionar un papel.
El secretismo en torno al sexo y la salud femenina dificulta el diagnóstico y prevención del prolapso uterino
El secretario adjunto del ministerio de Mujer no cree que sea su competencia ponerle fin a este impedimento. “Es una cuestión que tendría que resolver el ministerio de Asuntos Internos”, explica.
Sin la consideración de ciudadanas, en un país en el que el 48% de las mujeres son víctimas de malos tratos y el 40% son analfabetas, según datos oficiales del Gobierno, sin acceso a educación sexual o métodos anticonceptivos, con todo el peso del trabajo literalmente sobre sus cabezas, despojadas de su capacidad para elegir su pareja o decidir sobre su maternidad, las mujeres nepalíes son víctimas de todas las discriminaciones posibles. No hace falta que hayan nacido. Desde que son concebidas, sus padres desean que sean un niño, porque son los hijos varones los que abren las puertas del cielo a sus progenitores. Eso dice la tradición.


miércoles, 4 de junio de 2014

Estudio sobre la percepción social de la violencia de genero

El señor asesor JLP, comentó esta noticia el día de hoy en las express news de comunicacionestian.com.
Sin duda, una de las razones por las que una mujer tolera un maltrato es porque simplemente no se da cuenta de que está siendo maltratada y piensa que las cosas simplemente son así. La sociedad transmite este tipo de comportamientos que aprenden los hombres y les hace pensar que son aceptables. Insistimos en que como mujeres educadoras, tenemos que esforzarnos más en la educación de los varones, para que aprendan lo que es aceptable y lo que no lo es, a la hora de tratar a una mujer.



El 36% de los españoles no aprecia violencia en el maltrato psicológico de la mujer, y 1 de cada 3 admite que es bueno el control en la pareja y las amenazas verbales.
El 92% de los españoles considera inaceptable la violencia de género en la pareja. Pero cuando se les pregunta qué identifican como violencia de género, el 36% se refieren exclusivamente a la violencia física o sexual y se muestran tolerantes con otros comportamientos de maltrato como las amenazas verbales, el control de los horarios o la forma de vestir, los celos desmedidos o la desvalorización permanente de la pareja.
El 'maltrato psicológico' no se ve mal... Si es maltrato, algo de violencia tendrá, ¿no? ¡Ahora se puede entender el que llevemos ya 26 mujeres asesinadas, víctimas de la violencia de género, ¡y las que vendrán!, porque con las cifras estadísticas anteriormente mencionadas -a las cuales habrá que sumar un poquito más-, pues...
¡Así están las cosas! Esta noticia es para 'encuadrar'.

http://www.elmundo.es/espana/2014/06/03/538dcbe422601d1f508b4579.html


lunes, 2 de junio de 2014

AMERICA. EL 80% DE MUJERES DESPLAZADAS HAN SIDO VIOLADAS.




Cuando la violencia sexual se convierte en algo cotidiano
  • Tras 60 años de conflicto, en Colombia la violencia es una estrategia de guerra

  • Movimientos de mujeres luchan contra la impunidad de los agresores sexuales




Mary Sol Avendaño ha venido a España para dar a conocer esta cruda realidad y que deje de ser algo invisible. Desde su asociación, Populares y Diversas, esta colombiana intenta defender los derechos de las mujeres y lucha por la igualdad de oportunidades. Como ella, un puñado de mujeres de Colombia, Perú, Ecuador, Nicaragua y Brasil se han dado cita en Madrid, en un encuentro organizado por Oxfam-Intermón, para destacar el poder de cambio de los movimientos de las mujeres y su trabajo para transformar las desigualdades en el mundo.
"La violencia en Colombia se ha naturalizado para pasar a convertirse en algo normal. Por este motivo, las agresiones sexuales producto del conflicto armado son cotidianas. No sólo tenemos casos de accesos carnales violentos, sino también de prostitución o abortos forzosos. De hecho, el 80% de las mujeres desplazadashan sido violadas. Para combatir este fenómeno se han puesto en marcha campañas como 'Saque mi cuerpo de la guerra", asevera Avendaño.

Sólo tres sentencias

Uno de sus grandes luchas es lograr que esta violencia sexual no quede impune, como sucede en la actualidad. Entre 2001 y 2009, casi medio millón de colombianas padeció agresiones sexuales dentro del conflicto armado. Sin embargo, cinco años después sólo se han dictado tres sentencias, según un estudio elaborado por Oxfam-Intermón y la Casa de la Mujer.
Pero la violencia no se circunscribe únicamente al conflicto armado, sino que está todavía mucho más extendida en el ámbito cotidiano: mujeres casadas que, noche tras noche, sufren violaciones por parte de sus maridos o niñas que soportan en silencio abusos sexuales a manos de sus padres, hermanos o tíos.
El 82% de las víctimas no se atreve a denunciar por miedo a las represalias o por no confiar en las instituciones, que en muchas ocasiones no atienden a las denuncias o incluso cuestionan el testimonio de las maltratadas, según los datos de Oxfam-Intermón.
"En muchas ocasiones, las mujeres son obligadas a casarse desde muy niñas y su noche de bodas ya es una violación. Algunas viven en condiciones muy precarias y aceptan que las peguen de manera habitual porque piensan que si su marido las golpea, luego las dará algo en recompensa", declara Avendaño, profesora y licenciada en Ciencias Sociales.
La ONG Populares y Diversas trabaja desde la base con las mujeres para proporcionarles ayuda psicológica y formación con el fin de que conozcan cuáles son sus derechos y cómo deben exigirlos. "Primero, intentamos convencer a las mujeres de que toda violencia que una persona permite en su cuerpo es fruto de una baja autoestima. Luego, tienen que empezar a reconocer que cada persona tiene un valor. Por último, intentamos mentalizarlas de que la violencia no se debe quedar en el ámbito privado y deben denunciar públicamente estos casos", relata.
A su juicio, otro de los pasos importantes que falta por dar es que el Gobierno colombiano deje de lavarse las manos y se comprometa a defender los derechos de las mujeres. Avendaño aboga por dignificar la vida de las mujeres en todos los aspectos de la vida cotidiana: en la escuela, donde se da voz a los niños y apenas se escucha a las niñas; en los centros de salud, donde a veces una mujer tiene que hacerse una citología en presencia de numerosos trabajadores del hospital o en las comisarías, donde los funcionarios ponen impedimentos a las mujeres cuando acuden a denunciar o les preguntan que dónde tienen el moratón. Para ello aboga por iniciar una transformación de abajo a arriba que sirva para cambiar mentalidades y prejuicios.

Publicado por Inspiración Femenina Tian