domingo, 30 de marzo de 2014

LAS UCRANIANAS PROMUEVEN EL BOICOT SEXUAL CONTRA LOS RUSOS

 
 Noticia enviada por Ana BC
 
'No se lo des a Rusia' rezan las camisetas que miles de mujeres ya han comprado a través de una página de Facebook
La campaña, inspirada en 'Lisístrata', de Aristófanes, insta a "luchar contra el enemigo de todas las maneras"
A raíz de la anexión rusa de Crimea, un grupo de mujeres ucranianas ha puesto en marcha en Facebook una campañapara pedir el boicot sexual contra los rusos, una medida de presión alternativa a las sanciones internacionales e inspirada en la famosa obra de la Grecia clásica 'Lisístrata', de Aristófanes. 'No se lo des a Rusia' es el lema de la propuesta y el eslogan estampado en las camisetas que pueden adquirirse a través de la página web, que insta a "luchar contra el enemigo de todas las maneras". Se trata de una alternativa pacífica, y no exenta de cierta sorna, que complementa otras sanciones promovidas contra Rusia, como los carteles que llenan las carreteras del país y en los que se llama a no comprar bienes de consumo rusos.
El logo elegido para las camisetas son dos manos juntas que sugieren la forma de una vagina. También aparece el lema y unos versos del poeta ucraniano del siglo XIX Taras Shevchenko ('Kateryna') en el que cantaba que las mujeres de su país se enamoraban, pero no de los hombres rusos. El odio ya viene de lejos.


Insultos y bromas sexistas

Los internautas rusos han respondido a la campaña de boicot sexual llamando a las mujeres que llevan las camisetas poco menos que "prostitutas" (en boca de Egor Prosvirnin, editor jefe de la web nacionalista rusa Sputnik) y haciendo bromas sexistas.
La huelga de sexo como arma de guerra tiene casi 2.500 años de antigüedad, cuando Afistófanes escribió 'Lisístrata', la obra sobre las mujeres griegas que se negaron a tener sexo con sus maridos y amantes si antes no se ponía fin a la guerra del Peloponeso.
Más recientemente, en el 2003, algo similar sucedió durante la guerra de Liberia, en la que la organización Mujeres por la Paz puso en marcha una iniciativa similar bajo el lema 'Sin paz no hay sexo'.

sábado, 29 de marzo de 2014

5ª CONFERENCIA DE LAS MUJERES

Por: Ana BCamponovo.






"La quinta conferencia de la Mujer de la ONU es a lo que yo llamo Mi Tarea. He estado como activista para lograrla desde 2002″ nos comenta para empezar la charla. La última conferencia, fue en 1995 en Beijing y según parece no hay planes de una futura reunión.
La pregunta obligada es por qué ha pasado tanto tiempo y hay que hacer tanto esfuerzo para tener una nueva conferencia.
Ante la pregunta, la psicoanalista soltó una risa incontenible y espontánea. “Si no fuera por el esfuerzo de las asociaciones de base, ni siquiera habría la mención de tener alguna. Cuando fui a la ONU en 2001 esperaba que naturalmente iba a haber una conferencia en 2005. Y ahí supe que no había planes de hacer una conferencia en 2005. Y es más, no había planes para hacer ninguna ¡nunca más! Era como si dijeran “las mujeres ya tuvieron su conferencia. ¿Qué más?” Simplemente no había el interés en tener otra. Fue ahí cuando me volví activista”.
Como señala la dra Bolen, la Quinta Conferencia, sería la primera del siglo 21 y la primera en la época de internet que realmente podría unir o enlazar a todas las mujeres del mundo, a través de las nuevas tecnologías de comunicación. Esto facilitaría que muchísimas más mujeres de todo el mundo tuvieran acceso a esta conferencia, y por consiguiente a conocer y exigir respeto por sus derechos.
Pero, señala “Hay un efecto boomerang en contra de las mujeres. Y al mismo tiempo hay mucha energía surgiendo y lenvantándose en las mujeres”.
La Comisión del Estatus de la Mujer de la ONU se reune cada año en marzo. “Este fue el primer año en que no hubo acuerdos, porque había mucha tensión política. Muchos países políticamente no estaban de acuerdo en empujar, enfatizar el desarrollo de las mujeres en cuestiones de derechos reproductivos, de inclusión de las mujeres, y pues no hubo acuerdos”lamenta.
La misma falta de acuerdos podría provocar un retroceso en cuanto a lo ya logrado y establecido. ”Hay algunas mujeres que temen que la plataforma de Beijing, como base de equidad, se pierda. Hay un gran temor de que se desmantele esta estructura base de derechos de las mujeres. Yo encuentro que estos documentos no tendrían por qué descartarse, una conferencia no debería ir para atrás y negar lo que sucedió. Estamos hablando de algo muy complejo pero tiene que ver con los sí y los no.”
La autora de Las Diosas de Cada Mujer, no está segura de que los logros se puedan convertir en fracasos, pero sí afirma categóricamente que “si las mujeres no nos reunimos por miedo a que se pierdan las garantías obtenidas con estos documentos, las fuerzas que no quieren estemos en igualdad ganarán“.
“Quiero compartir esta gran emoción que he tenido de que el Secretario General de la ONU y el presidente actual salieron con un manifiesto apoyándonos y diciendo es el momento de tener una 5a conferencia. Dieron las razones e invitaron a los otros países a hacer propuestas” explica emocionada.
“Para que pueda haber una Quinta conferencia mundial, la asamblea general tiene que pasar una resolución fuerte, llegar a un acuerdo, aprobándola y luego toma 3 años. Entonces el objetivo es lograr esa propuesta antes de la proxima reunión general en septiembre. Porque después de este año ya no sería la propuesta de este presidente sino del siguiente”.
Una quinta conferencia mundial serviría de apoyo a la agenda de la mujer y ayudaría a promover la voluntad política para configurar un mundo en el que ningún niño y por extensión nadie, temiera la violencia fisica o psicológica, en el que existieran suficientes alimentos para todos, una atmósfera y aguas limpias, atención sanitaria, educación y la libertad de pensar, expresarse, crear y amar. La conferencia constituiría un impulso para el movimiento mundial de las mujeres en ese sentido.
La petición presentada en línea en 2009 cuenta actualmente con 13,600 firmas. Petition with GoPetition | Online Petitions – Desde El Cuenco de Baubo te invitamos a que des tu apoyo: FIRMA
Si deseas más información sobre la Quinta Conferencia, ingresa al sitio

jueves, 27 de marzo de 2014

EL MUNDO DE LAS MUÑECAS SE REVOLUCIONA

Por Inspiración Femenina



Hoy nos hemos encontrado con una noticia que nos ha alegrado. ¡Lanzan un proyecto de "Barbie" nueva al mercado con proporciones normales y reales!, que saldrá a la venta en otoño.

http://www.policymic.com/articles/84197/a-very-different-type-of-barbie-hits-shelves-to-revolutionize-how-girls-think-about-their-body

Esta muñeca se llama Lammily y ha sido diseñada por Nickolay Lamm con la intención de mostrar que “el cuerpo promedio es bello”.
Lammily muestra un look más natural -menos maquillaje, articulaciones, medidas más realistas- y está inspirada en el cuerpo de una joven de 19 años basado en las medidas oficiales de los Centros para el Control de Enfermedades.

Lamm espera que la industria de juguetes se revolucione, siguiendo así la línea de la “Goldie Box”, sobre la que ya comentamos algo. Esto puede ser una respuesta a la situación actual que estamos viviendo, en la que la objetivación y sexualización han alcanzado alturas vertiginosas. Nos alegra saber que cada vez hay más gente que abre los ojos ante esta realidad y busca juguetes alternativos que transciendan los estereotipos fijos de género y que sean más realistas y apropiados para los niños.


Esperamos que esto pueda revolucionar la manera que tenemos de pensar sobre nuestro cuerpo y ser razón de una relación más natural y saludable con él y con nosotras.


miércoles, 12 de marzo de 2014

El hombre que se puso un útero para desatar una revolución "Arunachalam Muruganantham"


Por: Andrea Cabrera

Me he encontrado con esta noticia tan...curiosa y me gustaría compartirla si es de vuestro interés. En un mundo en donde casi nadie se preocupa por casi nadie -y si ese casi es femenino, menos aún-, y en un momento socio-cultural en donde impera el beneficiarse y obtener renta de todo lo posible, un señor cualquiera, en tierra India, enamorado de su mujer, descubre las dificultades que ella y el resto de las mujeres tienen a la hora de su período menstrual, en referencia a las condiciones sanitarias e higiénicas que les son casi inaccesibles...¡y decide ayudar!
Los resultados son increíbles, y nos muestra que cuando hay una intención clara, compasiva y bondadosa...todo se pone de acuerdo (estados, proveedores, dinero y tecnología) para producir un Bien Común. Y, en este caso, un bien que va redundando y creciendo. Nos arranca una sonrisa, pero de esas que surgen desde el fondo del alma...Ojalá este hacer testimonial sea un ejemplo para otros señores, para otros compañeros de vida, en definitiva, para todos.

El hombre que se puso un útero para desatar una revolución
"Arunachalam Muruganantham"


Pobre, poco educado y repudiado, pero cuando se enteró de cuán caras eran las toallas sanitarias hizo desde lo impensable hasta lo ridículo para que las mujeres pudieran fabricarlas más baratas. Una historia fascinante. A Arunachalam Muruganantham su invento le costó mucho: estuvo a punto de perder a su familia, su dinero y su lugar en la sociedad. Pero nunca perdió su sentido de humor.
‘Todo empezó con mi esposa', le cuenta a la BBC, en su natal India. En 1998 se acababa de casar y su mundo giraba en torno de su esposa, Shanthi, y su madre viuda. Un día vio que Shanthi estaba escondiendo algo y cuando se enteró de qué era le aterró: 'trapos asquerosos' que usaba durante la menstruación. Cuando le preguntó por qué no usaba toallas sanitarias, Shanthi le señaló que si las usaran las mujeres de la familia, no quedaría dinero para comprar leche. Para impresionar a su joven esposa, Muruganantham fue al centro a comprarle toallas sanitarias. Las pesó en sus manos y se preguntó por qué 10 gramos de algodón, que en ese entonces costaban 10 paise (US$0,001), se vendía en 4 rupias (US$0,07): 40 veces más. Decidió que él las podía hacer más baratas. Cuando Muruganantham investigó un poco más, descubrió que casi ninguna de las mujeres en los pueblos cercanos usaban toallas sanitarias: menos de una de cada 10.
Esto fue confirmado por una encuesta de 2011 de AC Nielsen comisionada por el gobierno indio que encontró que sólo el 12% de las indias usan toallas sanitarias. Según Muruganantham, en las regiones rurales es aún menos que eso. Se horrorizó además al enterarse de que las mujeres no sólo usaban trapos viejos sino también otras sustancias antihigiénicas como arena, aserrín, hojas y hasta ceniza. Y las que usan trapos, no los secaban al sol, pues les daba vergüenza, lo que significaba que no se desinfectaban. Aproximadamente el 70% de las enfermedades reproductivas en India son causadas por falta de higiene menstrual, que puede también afectar la mortalidad materna.
Primero hizo una toalla sanitaria de algodón y se la dio a Shanthi, esperando que le dijera qué tan bien funcionaba inmediatamente. Ella le contestó que iba a tener que esperar un rato: sólo entonces se enteró de que el período de las mujeres era mensual. ‘No puedo esperar un mes cada vez... me voy a demorar décadas!', exclamó y se dio cuenta de que necesitaría voluntarias. Sin embargo, encontrarlas no era fácil. Sus hermanas se negaron, así que se le ocurrió recurrir a las estudiantes de medicina de la escuela local. ‘Pero ¿cómo iba a abordarlas un obrero? ¡Ni siquiera los universitarios se atrevían!’.
No obstante, logró convencer a 20 estudiantes de que probaran sus toallas, aunque tampoco funcionó: el día que fue a recoger sus formularios con comentarios encontró a tres de las chicas rellenándolos a última hora, lo que le demostró que los resultados no serían confiables. Decidió que iba a tener que poner a prueba sus productos personalmente: 'me convertí en el hombre que usaba toallas sanitarias’. Un loco con útero.
Creó un 'útero' con la vejiga de una pelota de futbol a la que le hizo dos huecos. Un amigo carnicero tocaba el timbre de la bicicleta afuera de su casa cada vez que iba a matar una cabra para que Muruganantham fuera a recoger la sangre. Luego le echaba un aditivo, que le daba otro amigo que trabajaba en un banco de sangre, para impedir que se coagulara demasiado pronto. Pero nada de ello ocultaba el olor. Caminaba, montaba bicicleta y corría con la vejiga de futbol debajo de su ropa tradicional, bombeando constantemente sangre para poner a prueba la capacidad de absorción de sus toallas. Todo el mundo pensó que se había vuelto loco.
 Solía lavar su ropa manchada de sangre en un pozo público, por lo que el pueblo entero concluyó que sufría de una enfermedad sexual. Los amigos cruzaban la calle para no toparse con él. ‘Me consideraban pervertido', recuerda. Su esposa se cansó y se fue. '¡Dios tiene sentido del humor: empecé mi investigación por mi mujer y 18 meses después me dejó!', dice. En vez de darse por vencido, tuvo otra idea: estudiaría toallas sanitarias usadas, pues seguramente revelarían todos los secretos. Problemático, en una comunidad tan supersticiosa. 'Hasta pedir una hebra de cabello de una mujer hace que sospeche que van a usar magia negra para cautivarla', explica Muruganantham.Le entregó sus toallas a su grupo de estudiantes de medicina y las recogió después.
Las puso en el patio de atrás de su casa para estudiarlas pero su madre las vio y esa fue la gota que derramó la copa: lloró, envolvió sus pertenencias en su sari y se fue. ‘Fue todo un problema: tuve que empezar a cocinarme la comida’.
Lo peor estaba por venir. Los aldeanos se convencieron de que Muruganantham estaba poseído por espíritus malvados y se dispusieron a encadenarlo de cabeza a un árbol para que un brujo lo sanara. Sólo logró salvarse prometiendo que se iría del pueblo. ‘Me quedé solo en la vida’. Sin embargo, continuó.
El misterio más grande para él era de qué estaban hechas las toallas sanitarias buenas. Había mandado algunas a un laboratorio para que las analizaran, y los resultados decían que era algodón. Pero sus propias creaciones de algodón no funcionaban. Las que sabían eran las compañías multinacionales pero ¿cómo preguntarles? ‘Es como tocar la puerta de la fábrica de refrescos de cola y preguntarles cómo la hacen'.
Muruganantham le escribió a las grandes firmas manufactureras con la ayuda de un profesor universitario a quien le pagó limpiándole la casa. Además se gastó US$100 que no tenía en llamadas de teléfono, pero no sabía suficiente inglés. 'Cuando me contestaban, me preguntaban qué tipo de planta tenía y no les entendía qué querían decir', recuerda. Al final se le ocurrió decir que era dueño de un telar, que estaba pensando meterse al negocio y que quería unas muestras.
Unas semanas después, llegaron unos misteriosos tablones duros: celulosa, hecha de la corteza de un árbol. Le había tomado dos años y tres meses descubrir de qué estaban hechas las toallas sanitarias, pero había un inconveniente: la máquina que se requería para moler este material para convertirlo en toallas sanitarias costaba varios miles de dólares. Iba a tener que diseñar otra.
Cuatro y medio años más tarde logró crear un método barato para la producción de toallas sanitarias. El proceso involucra cuatro pasos sencillos: Primero, una máquina similar a un triturador de cocina torna la dura celulosa en un material esponjoso que, con otra máquina, se moldea en forma rectangular. Esos rectángulos se envuelven en tela no tejida y se desinfecta en una unidad de tratamiento ultravioleta. Todo el proceso se puede aprender en una hora.
La meta de Muruganantham era crear una tecnología amigable. La misión no era sólo expandir el uso de toallas sanitarias sino también crear empleo para las mujeres de las regiones rurales. Mujeres como su madre, quien cuando su padre murió en un accidente, tuvo que vender todo lo que tenía y trabajar como labradora.
Pero su salario de US$1 al día no era suficiente para mantener a cuatro hijos. Fue por eso que, a los 14 años de edad, Muruganantham tuvo que abandonar sus estudios y empezar a trabajar. Las máquinas son deliberadamente simples y esqueléticas, para que las mismas mujeres las puedan mantener. El primer modelo era casi todo de madera y cuando se lo mostró a los científicos del Instituto Indio de Tecnología (IIT), en Madrás, no se mostraron muy entusiasmados: ¿cómo iba ese hombre a competir con las multinacionales? Sin embargo, la intención de Muruganantham no era competir. 'Estamos creando un nuevo mercado'.
Sin que él lo supiera, el IIT postuló su máquina en una competencia por el premio nacional de innovación, y ganó. El presidente de India, Pratibha Patil, le entregó el premio. De repente, se volvió famoso. ‘Gloria instantánea: los medios fotografiándome y todo', dice. 'La ironía es que, después de 5 años y medio, recibí una llamada y una voz ronca me dijo: ¿te acuerdas de mí?’. Era su esposa, Shanthi. No le sorprendió el éxito de su esposo. ‘Todo el tiempo encuentra cosas nuevas y quiere saber todo sobre ellas. Y luego quiere hacer algo al respecto que nadie ha hecho antes', dice. No obstante, no es fácil vivir con tal ambición. No sólo le escandalizó el interés de su esposo en ese tema sino que él le dedicaba todo el tiempo y dinero, en una época en la que tenían apenas suficiente para comer bien. Y luego vinieron los chismes. ‘Lo más difícil fue cuando los aldeanos empezaron a hablar y a tratarnos muy mal', le confiesa a la BBC. 'Hubo rumores de que él tenía relaciones con otras mujeres y que por eso hacía esas cosas'. Por eso decidió irse a la casa de su madre. Eventualmente también la mamá de Muruganantham y el resto de los aldeanos, que lo habían condenado, criticado y aislado volvieron.
 Muruganantham parecía destinado a la fama y fortuna, pero no está interesado en enriquecerse. ‘Imagínese, tengo la patente de la única máquina en el mundo para hacer toallas sanitarias baratas. Cualquier persona con un master inmediatamente acumularía el máximo de ganancias. Pero yo no quiero. ¿Por qué? Porque desde que era niño aprendí que ningún ser humano se muere de pobreza, todo pasa por ignorancia’.
En su opinión, los grandes negocios son parásitos, como un mosquito, y él prefiere un toque más ligero, como el de una mariposa. 'Una mariposa puede chupar miel de una flor sin perjudicarla', aclara.
En India, como en otras partes del mundo, persisten muchos tabúes respecto a la menstruación. Las mujeres no pueden visitar templos o lugares públicos, no pueden cocinar ni tocar el suministro del agua. Esencialmente, son consideradas intocables.
A Muruganantham le tomó 18 meses fabricar 250 máquinas que llevó a los estados más pobres y poco desarrollados en el norte India, los llamados BIMARU o 'estados enfermos' de Bihar, Madhya Pradesh, Rajastán y Uttar Pradesh. Allá a menudo las mujeres tienen que caminar kilómetros para traer agua, algo que no pueden hacer si están menstruando, así que las familias sufren. ‘Mi conciencia interna me decía que si tenía éxito en Bihar, que es muy difícil, lo tendría en cualquier otro lado', señala Muruganantham.
Fue difícil incluso hablar del tema en una sociedad tan conservadora. 'Para hablarle a las mujeres en las zonas rurales se necesita permiso del esposo o del padre y sólo les podemos hablar si estamos detrás de una cobija', explica. También hay mitos y temores sobre el uso de toallas sanitarias: que las mujeres que las usan se enceguecen o que nunca se casan. Pero poco a poco, aldea tras aldea, empezaron a aceptarlas y con el pasar del tiempo las máquinas han entrado en 1.300 aldeas en 23 estados. En cada caso, son mujeres las que producen las toallas sanitarias y se las venden directamente a las clientas. Las tiendas generalmente son atendidas por hombres, lo que intimida a las mujeres. Otro beneficio es que al comprárselas a mujeres que conocen, reciben información importante sobre cómo usarlas. Y a veces ni siquiera necesitan dinero, pues muchas vendedoras las canjean por cebollas y papas.
La mayoría de las clientas de Muruganantham son ONGs y grupos de autoayuda de mujeres. Una máquina manual cuesta unos US$1.200, las semiautomáticas, más. Cada máquina convierte a 3.000 mujeres en usuarias de toallas sanitarias y le da empleo a 10. Ellas pueden producir entre 200 y 250 toallas al día que se venden por unos 4 centavos de dólar. Las mujeres escogen su propia marca para sus productos, así que no hay una marca generalizada. Es 'por y para las mujeres'.
Muruganantham también trabaja con colegios pues el 23% de las niñas abandonan sus estudios cuando empiezan a menstruar. Ahora hay estudiantes que hacen sus propias toallas sanitarias. '¿Por qué esperar hasta que sean mujeres? ¿Por qué no empoderar a las niñas?'.
El gobierno indio recientemente anunció que distribuirá productos sanitarios subsidiados para las mujeres más pobres. El golpe para Muruganantham fue que no escogió trabajar con él, pero ahora su mira está más allá. ‘Mi meta era crear un millón de trabajos para las mujeres pobres pero, ¿por qué no 10 millones en todo el mundo?'. Su proyecto se está expandiendo a 106 países en todo el mundo. ‘Las recomendaciones de boca en boca son las que han asegurado nuestro éxito, pues es un problema que todos los países en desarrollo enfrentan’.
Muruganantham vive hoy en día con su familia en un apartamento moderno, tiene un jeep, 'que me lleva a las montañas, selvas y bosques', y 'no he acumulado dinero pero sí mucha felicidad'.Shanthi y Muruganantham son ahora una unidad estrecha. Alguna vez le preguntaron si recibir el premio de las manos del presidente de India fue el momento más feliz de su vida. Respondió que no: su mejor momento llegó después de instalar una máquina en una aldea remota en Uttarakhand, en la ladera del Himalaya, donde por muchas generaciones nadie ha ganado lo suficiente para mandar a sus hijos a la escuela. Un año después, recibió una llamada de una mujer de esa aldea quien le contó que su hija había empezado a ir al colegio. ‘Lo que no pudo hacer Nehru, lo logró una máquina', dijo.

domingo, 9 de marzo de 2014

UN DIA DE MUJERES

Por Inspiracion Femenina

 En el diario español EL PAIS hemos encontrado un reportaje fotográfico muy interesante sobre las imágenes recogidas el día 8 de Marzo en diferentes partes del mundo. Cuales fueron las manifestaciones, encuentros y vidas de las mujeres de diferentes culturas en nuestro planeta.
merece la pena echarle un vistazo.
Accede aqui a ver el reportaje fotográfico.

miércoles, 5 de marzo de 2014

UN TESTIMONIO DE BELLEZA DIFERENTE

Por: Ana BCamponovo



Una audiencia en silencio, admirada y conmovida. Así la dejó la ganadora del Óscar, Lupita Nyong´o, luego de aceptar su premio en los Black Women in Hollywood Awards, y hablar de cómo se odiaba por su tono de piel, que no era aceptado por la industria.
Lupita habló de cómo la carta de una muchacha, que estaba a punto de comprar una crema para blanquear su piel (pero que no lo hizo apenas ella comenzó a ser reconocida), la hizo recordar su propia experiencia, al ella no aceptarse como era por su color. "Se burlaron de mi piel oscura como la noche. El sentimiento de auto odio se incrementó en la adolescencia. Entonces le pedí a Dios que me despertara con la piel más clara. Por supuesto, mi oferta no era muy buena", narró.
Luego de pasar por esta experiencia, la actriz se inspiró en el reconocimiento de la modelo Alek Wek para descubrir su propia belleza. "No podía creer que le dijeran hermosa a una mujer que se parecía tanto a mí", afirmó. Pero también dijo que aún, a pesar de esto, para la industria solo contaba la piel clara.
"Entonces entendí que la belleza es algo que no se puede adquirir, es algo para ser. No puedes depender de cómo lucir para sobrevivir en la vida. Lo hermoso es la compasión. Esa clase de belleza   la tenía Patsey (su personaje en '12 años de esclavitud'). Su belleza física se deshizo, pero la belleza de su espíritu permanece con nosotros hasta hoy", declaró.

Finalmente, Nyong'o agradeció por el camino que había recorrido, y solo dijo que esperaba ser inspiración para otras mujeres que estaban en su misma situación.