Publicado por Inspiración Femenina Tian
Aminata Touré es la elegida.
Por segunda vez en su historia, Senegal tendrá a una mujer al frente del
Gobierno. Este domingo 1 de septiembre, el presidente Macky Sall anunció la
destitución del que durante 17 meses fuera su primer ministro, el banquero
Abdoul Mbaye, y de todos los miembros de su gobierno, entre ellos el cantante
Youssou N’Dour, hasta ahora titular de Turismo. Pocas horas después se hacía
público lo que era un secreto a voces, que el cargo de primer ministro recaía
sobre las espaldas de Aminata Touré, quien como ministra de Justicia había sido
la encargada hasta ahora de impulsar políticamente la investigación judicial
de corrupción que ha llevado a Karim Wade, hijo
del ex presidente Abdoulaye Wade, a dar con sus huesos en prisión.
El presidente de Senegal no
se ha tenido que ir muy lejos de su entorno para elegir a su nuevo primer
ministro. Y es que si algo se puede decir sin temor a equivocarnos de Mimi
Touré, como es conocida familiarmente en este país, es que es una persona de
la máxima confianza del jefe de Estado. De hecho, fue la responsable de su
gabinete y su auténtica mano derecha entre los años 2010 y 2012 y redactó el
programa electoral con el que Macky Sall concurrió a los comicios del año
pasado. A sus cincuenta años, Touré es llamada ahora a ocupar la jefatura del
Gobierno y se convierte, así, en la segunda mujer primer ministro en la
historia de este país después de que Mame Madior Boye desempeñara este cargo
durante 20 meses (2001-2002) en la primera legislatura de Abdoulaye Wade.
Macky Sall, presidente de Senegal. |
Hija de médico y de matrona, cursó sus estudios
entre Tambacounda y Kaolack, donde su padre estaba destinado, y luego en Dakar
y París. A la temprana edad de 14 años inició su militancia política de
izquierdas y una vez en la capital francesa destacó por su activismo en
el entorno estudiantil, vinculándose a la Liga Comunista de los
Trabajadores. Tras licenciarse en Económicas y especializarse en gestión de
Empresas, regresa a Senegal donde empieza a trabajar en la Compañía de
Transportes Públicos de Dakar (Sotrac) y se convierte en la directora de
campaña del político de izquierdas Landing Savané.
Posteriormente comienza su larga carrera en la ONU,
siempre vinculada al Fondo de Naciones Unidas para la Población (UNPA), en el
que se destaca por su lucha contra el SIDA y en favor de la planificación
familiar y la salud reproductiva. Entre 2003 y 2010 se trasladó a Estados
Unidos como directora del Departamento de Derechos Humanos del UNFPA hasta que
vuelve, una vez más, a su país natal para acompañar a Macky Sall en lo que, a
la postre, sería su largo camino hacia la Presidencia del país. Primero como jefa
de gabinete y luego como redactora de su programa electoral en 2012, Aminata
Touré se convirtió en pieza clave en la sombra para la victoria de Sall en
los comicios del año pasado. Ya elegido, éste la recompensó poniéndola al
frente del Ministerio de Justicia.
Sin embargo, el reto no era pequeño. Senegal venía
de doce años de hegemonía y poder omnímodo de los Wade que en los últimos
tiempos se había caracterizado por la
existencia de varios escándalos de corrupción que no habían sido investigados. Además, se le encomendó la tarea de reformar el
sistema judicial senegalés, que se había convertido en una maquinaria lenta
y defectuosa. La tarea era complicada, pero esta activista por los Derechos
Humanos supo moverse con habilidad en un terreno de arenas movedizas, animando
a los jueces a hacer su trabajo sin injerencias políticas y sin ningún
miramiento contra la nomenclatura wadista, lo que finalmente ha llevado a
la cárcel al mismísimo Karim Wade, e introduciendo además discretas mejoras en
la Administración de Justicia. Asimismo, Touré ha dado un definitivo impulso al
juicio del ex
dictador del Chad, Hissène Habré, que ha sido detenido hace
unas semanas y cuyo
proceso debe comenzar en los próximos meses en Dakar.
En sus primeras palabras tras ser designada primer
ministro, Touré, vestida con ropa tradicional senegalesa, aseguró que había
recibido su nombramiento con humildad y tuvo palabras de elogio para su
antecesor, Abdoul Mbaye, cuya destitución era algo previsto desde hacía
semanas. Asimismo aseguró que su intención era acelerar las medidas puestas en
marcha durante el último año, "una carrera por el desarrollo y por la
mejora de las condiciones de existencia de nuestros conciudadanos, una
misión que se está llevando a cabo en un contexto internacional difícil,
marcado por la crisis".
Además de Mbaye, otros ministros muy mediáticos como
el cantante Youssou N’Dour (Turismo) o el ecologista Ali Haïdara (Medio
Ambiente) se quedan también sin cartera al haber cesado en sus funciones todo
el Gobierno. Se prevé que en las próximas horas la nueva primer ministro
designe un gabinete a su medida para afrontar la segunda etapa de la
legislatura.
En África no abundan mujeres
al frente de Estados o gobiernos. En la actualidad sólo dos son presidentas, es el caso de Ellen Johnson
Sirleaf en Liberia, que está comenzando su segundo mandato, y Joyce Banda en
Malaui, que llegó al poder tras la muerte del presidente. Asimismo, otra mujer
es la presidenta de la Comisión de la Unión Africana, se trata de la
sudafricana Nkosazana Dlamini-Zuma. En Senegal se da la circunstancia de que
acaba de entrar en vigor una ley de paridad entre sexos que, pese a sus defectos denunciados
por colectivos feministas, ha logrado acercar la proporción entre ambos
sexos en el Parlamento. Se espera que Touré incluya un elevado número de
mujeres en su Gobierno. La incógnita de quiénes formarán ese gabinete se
desvelará pronto.
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