Por: Ana Barrios Camponovo
Sin duda éste es un
arte al servicio de la vida, de la salud y de la naturalidad. El resultado
es precioso. Ver a estas muñecas despierta ternura y sobre todo alivio. Pasar
de la chatarra aberrante a la belleza no es imposible. Esta artista es capaz de
convertir un cajón de manzanas podridas en esperanzadores diamantes. A eso nos
resuena el rostro y las prendas de estas muñecas.
Hemos crecido
rodeados de juguetes irreales, como Barbie, Nancy o las nuevas
Bratz, muñecas de curvas enfermizamente delgadas y extremadamente
maquilladas que “supuestamente” son el canon de belleza, que tanto
nosotros como nuestros hijos deben imitar. Recientemente, una artista de
Tasmania, ha decidido ofrecernos una visión más sana y real de las
muñecas con las que juegan nuestros hijos, transformándolas y modelándolas
para mostrar una belleza natural.
Para ello, la
artista recupera muñecas de segunda mano, las desmaquilla, corta el pelo y
viste con ropa que ella misma teje a semejanza de las utilizadas por
mujeres del mundo real.
Descubre una
transformación sorprendente que cambia por completo a la muñeca, haciéndola
parecer más satisfecha, a la vez que le otorga una gran personalidad. Admira un
juguete con el que te encantaría que tus hijos jugaran. VISITAR LA PÁGINA DE ESTA ARTISTA de TASMANIA