viernes, 1 de agosto de 2014

"CON FALDAS Y A LO LOCO"

Por: Milagros Garcia
 
Hemos escogido el título de esta película entrañable de Marilyn Monroe,
para nuestro artículo de hoy, dado que desde el 23 de julio hasta el 3 de Agosto se están celebrando los Juegos de la Mancomunidad de Naciones –la famosa Commonwealth-. Desde los preliminares de este evento, se produjeron controversias, dado que los atletas escoceses querían exhibir unos uniformes con falda  -conocidos también como “kilt”-, hecho que, como pudimos observar en los titulares de las revistas, vino calificado como “las faldas de la discordia”.
El diseñador, alumno de la Escuela de Arte de Glasgow, declaró que su idea era diseñar algo impactante y que también fuera una declaración de principios, pero con un aspecto actual.
La falda la hemos visto siempre como un elemento muy femenino y es por ello que nos entró la curiosidad, sobre los orígenes de esta prenda y en particular sobre la típica falda escocesa.
El kilt, que está asociado a un legado céltico, pero ha tenido más preponderancia en  la cultura escocesa, tiene la particularidad de que lo llevan los hombres.
Aunque este hecho nos parezca extraño, las faldas masculinas fueron la moda común en la mayor parte de la historia textil atlántica durante más de un milenio.
Su origen está en la prenda llamada feileadh mor, una túnica larga, sin confeccionar, de unos cinco metros de largo, que se recogía y luego se ataba con cinturón alrededor de la cintura, para cubrirse tanto el cuerpo como las piernas. De cintura para abajo, la feileadh mor se parecía a la actual falda, mientras que la tela sobrante se colocaba por encima del hombro y se sujetaba con un broche. La parte de arriba se podía colocar por los hombros de diversas maneras, dependiendo de las exigencias del tiempo, la temperatura o la libertad de movimiento que se necesitara. Al final del día, el cinturón se podía desabrochar y así el kilt se convertía en una manta para pasar la noche. El kilt fue simplificado, prescindiendo de la parte de arriba, al objeto de ofrecer una mayor libertad.
Según nos cuenta la tradición, el color de la falda era y es el que diferenciaba a los distintos clanes. Por este motivo todos los diseños se registran en la Scottish Tartans Authority, organismo oficial que regula su uso.
Con el tiempo el diseño evolucionó y se fue haciendo más práctico. Así nació en el siglo XVIII la prenda con forma de falda que conocemos hoy en día. Ganó popularidad tras ser la indumentaria elegida por los regimientos de las Highlands que servían con el ejército británico y rápidamente se convirtió en un objeto de deseo, ya que la aristocracia británica consideraba todo lo escocés como símbolo de elegancia.
A día de hoy, el kilt se lleva en ocasiones especiales, como en bodas, en los Juegos, en las fiestas tradicionales. Los hombres normalmente llevan el diseño de su clan, que ha pasado de generación en generación.
Aunque el kilt es la falda masculina más reconocible en el mundo entero, no es el único. Existen una gran variedad de trajes tradicionales masculinos similares a la falda, tales como: la fustanella griega, el kikoi de algunas regiones de África del este, el lungui (lungi) y el Dhoti indio, la sapeta mexicana y de otros pueblos nativos americanos, el chiripá de los gauchos del Cono Sur de América, el sulu fidyiano, el tupenu tongano, el sarong y el lava-lava de la Polinesia y otras islas del Pacífico. A esto se agregan trajes y túnicas como el kimono y el yukata japoneses, el dashiki africano, el caftán de Oriente Medio, la chilaba marroquí, el giermak polaco, el galabiyah egipcio, el gho del Himalaya, el longyi birmano, el anaco de los guambianos en Colombia, y un conjunto muy variado de sotanas y hábitos usados regularmente por el clero en la mayoría de las religiones.
Con el principio de la Edad Moderna, en el siglo XVI, la era de las exploraciones coloniales y del comercio marítimo con Asia, generó un rápido desarrollo económico y una aceleración en los ciclos de moda en Europa.
A partir del siglo XVI empezó a introducirse el pantalón como prenda exclusiva para hombres, que con el paso del tiempo acabó por desplazar completamente a la falda masculina, quedando así relegada la falda como prenda utilizada sólo en la moda para mujer.
Como vemos tanto mujeres como hombres han usado y usan la falda porque les permite libertad de movimientos, la única diferencia es que las mujeres no tenemos nada que ocultar debajo de ellas, como podemos ver en la famosa fotografía de Marilyn en el film “La tentación vive arriba”, mientras que lo que se esconde bajo la falda de los escoceses es….

Bueno, quizás sea mejor que sigamos manteniendo esa incógnita.

1 comentario:

  1. Por tradición los hombres desde siempre se habían vestido con faldas, solo hace 300 años que los obligaron a usar pantalón.
    El pantalón es la prenda menos adecuada para un hombre; el calzoncillo bóxer, hace las veces de férula en los genitales, (propiciando mal funcionamiento, y discapacidades), la costura central del pantalón maltrata, magulla e incomoda todo el tiempo los genitales; la correa o cinturón hace las veces de torniquete, y obliga al corazón a bombear la sangre con mayor esfuerzo, (para vencer la contracción que hace el torniquete), y por mala irrigacion sanguínea afecta: el aparato digestivo, el sistema urinario, el aparato reproductor. Ademas con el uso del pantalón el hombre ha terminado orinando de pie lo cual es totalmente antinatural. Las Faldas y los vestidos con faldas para los hombres son suprema-mente SALUDABLES, CÓMODOS Y CONFORTABLES. El pantalón, el calzoncillo ajustado, la costura central del pantalón, y la correa o cinturón, están promoviendo las enfermedades modernas de los hombres: IMPOTENCIA, ESTERILIDAD, PROBLEMAS DE LA PRÓSTATA Y POSIBLEMENTE CÁNCER DEL TESTÍCULO.
    Ninguna parte del cuerpo del varon se maltrata mas que los genitales.
    Por salud y comodidad mejor usar FALDAS O VESTIDOS CON FALDA

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