jueves, 9 de octubre de 2014

LO INTERESANTE DE LAS CAMPAÑAS ELECTORALES

Por Claudia Magnou

        Época de elecciones presidenciales en varios países de América. Y quién puede poner una nota de originalidad, en estas campañas repetitivas de promesas nunca cumplidas, es la mujer. No tanto la que se presenta como candidata, la que aparece compitiendo por sitios de poder, donde las estructuras encorsetan… sino la mujer que en pequeños grupos, espera ser escuchada

         Aquí dos ejemplos, de Féminas que se expresan. 

        Uno en Bolivia, muy próximos a elegir Presidente, que será el mismo, sin duda, pero con algunas leves diferencias… que para un país donde la mujer es muy poco valorada, puede ser un gran paso. Les dejamos la noticia.

       Y otra en Uruguay, donde los candidatos se debaten en ofrecer las mejores respuestas en los temas que a la población preocupan… pero ¡qué curioso!, siempre se olvidan de el mismo tema. Otra noticia.

BOLIVIA
"Machista fuera de la lista": las mujeres que persiguen a los candidatos acusados de violencia doméstica en Bolivia
Ignacio de los Reyes BBC Mundo, Buenos Aires
En lo que va de año, más de un centenar de mujeres han muerto asesinadas en Bolivia, uno de los países más violentos para las mujeres de América Latina, según Naciones Unidas.
Pero en mitad de una ola de agresiones -que incluyen cuerpos abandonados, quemados o hasta decapitados-, un grupo de mujeres logró lo que parecía imposible.
El movimiento ha logrado colocar el machismo como tema central de campaña para las elecciones presidenciales y parlamentarias del próximo domingo.
Con el lema "Machista, fuera de la lista", diversas organizaciones han marchado en las calles y desplegado acciones en rede sociales y medios de comunicación.
El resultado de sus acciones ha sido la renuncia de dos aspirantes al Congreso envueltos en casos de violencia contra las mujeres.
Uno, Adolfo Mendoza, senador del oficialista Movimiento Al Socialismo nominado por Cochabamba, acusado por su esposa de maltrato.
El otro, Jaime Navarro, candidato a diputado de la opositora Unidad Demócrata, cuya esposa también había denunciado golpes.
En el pasado era común escuchar en campañas la seguidilla de expresiones y discursos machistas de toda índole de candidatos, sin que ocurriera nada, escribe la analista y exsenadora Erika Brockmann en El Diario.
"Este año, sorprende la intensidad y contenido de la saga de reacciones anti machistas que invaden la atmósfera electoral", añade.
"Lo positivo de la movida antimachista, es que es la primera vez en la historia que se coloca el tema en el centro de una contienda electoral".

"Política machista"

El objetivo de "Machista, fuera..." es, aseguran sus promotoras, denunciar y castigar a los partidos que incluyan en sus listas electorales a candidatos acusados de violencia hacia las mujeres o que hayan protagonizado actos machistas.
Algo, por otra parte, habitual en la política boliviana.
"Se generó este movimiento porque en los últimos dos años son muy reiteradas las declaraciones y acciones machistas de los políticos del oficialismo y de otros lados", explica a BBC Mundo Elizabeth Peredo, psicóloga social.
"La política boliviana es profundamente machista, como la sociedad. Se autojustifican diciendo que el machismo es cultural, y por tanto no hay autocrítica de sus líderes", añade.
En Bolivia todavía muchos recuerdan cuando el presidente Evo Morales, de visita en una explotación minera en 2012, se dirigió a dos trabajadoras preguntando si ellas eran "perforadoras o perforadas".
Esto ocasionó las carcajadas de sus acompañantes varones y el sonrojo de las empleadas.
O al alcalde de Santa Cruz, Percy Fernández, manoseando a una periodista en un acto público y llamándola "tacaña" cuando ésta logró soltarse de él en mitad de una entrevista.
Lo que acabó colmando la paciencia de las mujeres que ahora se reúnen en torno a "Machista fuera..." fueron las declaraciones de un candidato a senador del MAS en Cochabamba, Ciro Zabala.
El senador propuso "enseñar a las mujeres a cómo comportarse" para evitar hechos de violencia.
Como por ejemplo cuidar "ciertos tipos de vestimentas, de actitudes, de personas que se dedican al alcohol", comentarios que obligaron al presidente del país y líder de su partido a pedir disculpas.
Sin embargo, las feministas no lograron la renuncia del candidato en esta ocasión, exculpado por Morales con el argumento de que se trata de alguien nuevo en política.

Feminicidios

El año pasado se aprobó en Bolivia una ley destinada a prevenir y perseguir el feminicidio o asesinato de mujeres por cuestión de género.
No obstante, los grupos feministas argumentan que ante la falta de financiamiento la norma no ha podido frenar los casos de violencia en los últimos meses.
Aunque no existen cifras oficiales, el Centro de Información y Desarrollo de la Mujer de Bolivia (Cidem), que realiza un monitoreo de casos de violencia de género reportados, estima en 59 el número de feminicidios ocurridos entre enero y junio de 2014.
Otras 40 mujeres murieron víctimas de la inseguridad ciudadana, alertan.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) Bolivia encabeza la lista de 13 países de Latinoamérica con más casos de violencia física contra mujeres y es el segundo en cuanto a violencia sexual.
La organización indica que 7 de cada 10 mujeres bolivianas han sufrido alguna forma de violencia en su vida.
Aunque Bolivia ha sido aplaudida internacionalmente por su éxito en la reducción de la pobreza, el crecimiento macroeconómico y la integración de las comunidades indígenas, no ha solucionado este grave problema.
"Uno a veces tiende a establecer una relación entre superar la pobreza o luchar contra el capitalismo y la reducción de la violencia o discriminación de las mujeres", dice Elizabeth Peredo.
"Bolivia es una muestra clara de que no es así, de que no se están superando estas estructuras tan arcaicas para que permita un verdadero desarrollo de la sociedad".
URUGUAY

La violencia domestica, ausente de la agenda de los presidenciables: ¿ignorancia o desinterés?

La Red Uruguaya Contra la Violencia Doméstica y Sexual manifestó, a través de un comunicado,´´su más profunda preocupación por la total ausencia del tema de la violencia hacia las mujeres, niñas, niños y adolescentes`` en el discurso de todos los candidatos a la Presidencia de la República.
Un dato muy significativo, por cierto, teniendo en cuenta que no solo las mujeres –principales víctimas – son el 52% de la población, sino que según la estadística oficial en 2013 el 53% de las 51 mujeres asesinadas en el país perdieron la vida en situaciones de violencia doméstica. Las muertas fueron 27, una cada 14 días, pero si se suman los 12 intentos de asesinato en el mismo año, cada 9 días se mató o intentó matar a una mujer por esa causa.
El número de víctimas fatales se mantenía estable: 27 en 2012, 26 en 2011. En el primer semestre de 2014 hubo en el país un total de 138 homicidios. El Observatorio Nacional sobre Violencia y Criminalidad en Uruguay, a cargo del Ministerio del Interior, informa que el 18.8% de ese total correspondieron a “violencia intrafamiliar y situaciones conexas“, entendiendo por tales todos los casos en los que entre el autor y la víctima existían vínculos de parentesco o sentimentales o eran rivales/competidores (cónyuge que mata a amante de la otra u otro). Esto hace un total de 26 víctimas fatales en 6 meses, apenas una menos que las resultantes de rapiñas, copamientos y hurtos, y todavía falta sumar las tentativas de homicidio que no están oficialmente discriminadas por motivo o circunstancia precipitante.
“El delito contra las personas más denunciado –la violencia doméstica- ¿no merece ser un tema de agenda política?´´, pregunta la Red, pese a que “continúa siendo el segundo delito en importancia luego de los hurtos y supera el de las rapiñas“, según reconoció el ministro del Interior Eduardo Bonomi a la luz de los porfiados números: las denuncias fueron de 13.002 en 2011 a 20.650 en 2013 y al cabo del primer semestre de 2014 ya sumaban 14.065.
Los datos preliminares de la primera encuesta nacional de Prevalencia en Violencia basada en Género y Generaciones, dados a conocer el pasado 17 de setiembre por el Instituto Nacional de las Mujeres, muestran el 68% de las uruguayas (650.000 mujeres, casi 7 de cada 10) sufrieron violencia basada en género al menos una vez en algún ámbito. En el 45,4% de los casos (casi 1 de cada 2) la violencia provino de su pareja o ex pareja y más de 170.000 mujeres (23,7%) la sufrieron durante los últimos 12 meses. En este mismo período, 2 de cada 10 (20,7%) experimentaron violencia en su familia actual.
“Los presidenciables deben saber que la violación de los derechos humanos fundamentales de las mujeres, niñas, niños y adolescentes, que ocurren en el ámbito doméstico, no constituyen un problema personal, privado. Aquí, lo personal es político (…) Sin embargo, estamos constatando, una vez más , que este tipo de violencia continúa siendo un problema menor para quienes pretenden gobernar nuestro país durante los próximos cinco años“ , advierte la Red.
La violencia doméstica, sobre todo la que afecta a mujeres, niñas y niños, mata más que las guerras y sus consecuencias, a nivel mundial, cuestan 8 billones de dólares al año, concluyó un estudio realizado por investigadores de las universidades de Oxford y de Stanford, por encargue del Consenso de Copenhague –proyecto iniciado en 2004 para identificar prioridades para avanzar en el bienestar de la humanidad-. El trabajo abunda: por cada víctima civil de un conflicto, 9 personas mueren en situaciones de violencia intrafamiliar. El abuso no fatal de niñas y niños redujo en 1,9% el PBI de países de renta elevada y hasta el 19% en el África subsahariana. Las cifras están basadas en costos estimados desde lesiones hasta servicios de asistencia, incluyendo los laborales, productivos, etc.
La Red "concluye que si los candidatos no incorporan esta temática en sus discursos la están invisibilizando y haciéndose cómplices de esta violaciòn de los derechos humanos“.


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